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UNA VIVIENDA PARA UNA FAMILIA EN ESTADO DE CONFINAMIENTO
ANTES
DESPUÉS
La intervención responde a las necesidades de una pareja, con dos hijos, en estado de confinamiento. Se crean nuevas habitaciones independientes para estudiar, trabajar y hacer ejercicio o yoga.
Dadas las circunstancias, conseguimos renovar una amplia vivienda de 105 metros cuadrados en un tiempo record de cinco semanas y cumpliendo un presupuesto muy ajustado.
Desde la entrada, una visual de 17 metros de largo cruza la vivienda hasta la sala de estar, generando una mayor percepción de profundidad espacial y luminosidad.
El carácter nuevo y ligero del entramado de madera, de estilo japonés, contrasta con la naturaleza antigua y pesada del muro de tochana recuperado.
Un espejo, colocado enrasado a las paredes y el pavimento de madera, duplica visualmente el espacio del recibidor.
Se crea el máximo de espacios de trabajo, en una nueva atmósfera cálida y luminosa. La sala de estar es concebida como una terraza cubierta llena de naturaleza, generando una sensación de exterior y mejorando la vida familiar.
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